La población indígena, un factor decisivo en los proyectos de infraestructura en México

Más de 7 millones de personas hablan alguna lengua indígena en México, de acuerdo con datos del INEGI. Las más habladas del país son el Náhuatl, Maya, Mixteco, Zapoteco y Tzeltal y se escuchan especialmente en los estados de Oaxaca, Chiapas y Veracruz. Existen otras lenguas, como el chinanteco, que cuentan con pocos hablantes, en comparación con las anteriores,  que se van perdiendo por factores como la discriminación y la migración, entre otros. Tal es el caso de comunidades que por la llegada de mega proyectos de infraestructura han tenido que ser reasentadas, perdiendo su cosmovisión, sus tradiciones y en muchos casos su lengua.

Derivado de lo anterior, en México, con la reforma energética del 2013, se incorporó el reconocimiento explícito del derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas para la salvaguarda de los pueblos indígenas, en coordinación con las dependencias que correspondan de manera oportuna.

A lo largo de la experiencia de TEMA México en evaluaciones para el sector energético, se ha tenido oportunidad de identificar poblaciones indígenas de manera oportuna para el ejercicio pleno de sus derechos, así como la asesoría y sensibilización a los promoventes para realizar los procesos culturalmente  adecuados, tal es el caso de la comunidad chinanteca reasentada en La Laja, en el municipio de Tlalixcoyan en el estado de Veracruz, que pese a tener su origen en el pueblo indígena chinanteco en San Lucas Ojitlán Oaxaca, se ha preocupado por mantener su identidad étnica vigente. Prueba de ello es el uso de la lengua y la reproducción de su fiesta patronal a la usanza chinanteca, para lo cual tuvieron que transportar la estructura organizativa y el sistema de cargos, no solo para la actividad religiosa sino también para la administración de las tierras ejidales, lo cual representa una permuta del territorio original inundado por la presa Cerro de Oro.

Es indudable que La Laja es una localidad con una estructura organizativa propia de una comunidad indígena, además de poseer una particular gama de cosmovisiones y manifestaciones culturales propias de la Chinantla oaxaqueña que han ganado la simpatía de las localidades vecinas.

La  gran mayoría de las lenguas habladas por los pueblos indígenas están en peligro de extinción. De hecho, se estima que cada dos semanas muere una, poniendo en riesgo sus respectivas culturas y los sistemas de conocimiento que aportan. Por ello, este 9 de agosto en que se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y que será este año proclamado por la ONU como el año internacional de las Lenguas Indígenas, TEMA reitera su compromiso para que sus evaluaciones se continúen realizando bajo metodologías culturalmente adecuadas al contexto, afín de que se protejan los derechos colectivos de los pueblos originarios, promoviendo con los clientes un ambiente de diálogo intercultural y de respeto hacia las comunidades que serán impactadas por la construcción de los proyectos. Tomar a la ligera temas ambientales, económicos y sociales no solo puede atentar contra sus derechos, también reduce los prospectos de éxito y puede llevar a demoras, paralizaciones o incluso cierre de proyectos.